Introducción:En la lingüística, y en el contexto particular de la gramática, el gerundio es una conjugación del verbo que demuestra una acción; pero no está definida ni por el tiempo, el modo, el número ni la persona. En castellano deriva del gerundium latino, que inicialmente es el caso ablativo del gerundivum (participio de futuro pasivo). Junto con el participio y el infinitivo, el gerundio es una de las formas no personales del verbo o verboides. Este tipo de forma no personal del verbo expresa anterioridad o simultaneidad, nunca posterioridad. En el español, el verbo estará en gerundio cuando tiene el sufijo -ando, -iendo o -yendo y muchas veces es precedido por alguna conjugación del verbo estar. El gerundio compuesto de determinado verbo se forma con dicho verbo en participio simple, precedido por el verbo haber en gerundio. Para usarlo se necesita poner antes un verbo copulativo
El gerundio pertenece junto al infinitivo y participio a las formas no personales del verbo y una de sus principales características es que posee un matiz de adverbio. Consigue crear un efecto de continuidad; tiene un carácter durativo; extiende la acción, fijémonos sino en la siguiente frase: la revista resbaló por el suelo escondiéndose detrás de la mesita.
Esta forma verbal puede manifestar un momento anterior (En acabando, se van. Es decir, “nada más acabar…”), coincidente (Visitando la casa del profesor, fue donde conoció a María, o sea “mientras visitaba…”) o inmediatamente posterior (Antonio salió enfadado, cerrando la puerta de un portazo, o sea “tras cerrar la puerta…”) al momento indicado por el verbo principal con el que se encuentra relacionado. De hecho, el gerundio nos señala el momento en que se realiza la acción del verbo subordinante o principal; pero también puede significar una condición (Paseando por la calle, se conoce a mucha gente, o sea “Si se pasea…”) o causa de la acción principal (Siendo del Norteste el frío lo soportamos bien, o sea “Como somos del Norteste…”)
El gerundio es un sustantivo verbal activo, neutro singular, y sirve para declinar el infinitivo en los casos que éste no posee: acusativo con preposición (sobre todo ad, menos ocasiones in; otras preposiciones se usan en los períodos arcaico y postclásico), genitivo, dativo y ablativo.