Introducción:Flamenco es un arte que se presenta en dos variantes: Música y Baile. En la música, el Cante y la Guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos y acompañamientos que generalmente están presentes y juegan un papel muy importante.
El Baile es muy expresivo y cada parte del cuerpo ha de moverse de forma coordinada: Los pies, las piernas, las caderas, el talle, los brazos, las manos, los dedos, los hombros, la cabeza...
Para aprender flamenco, como en otras manifestaciones artísticas, son necesarios dos ingredientes: Alma y técnica, y esto no resulta meta fácil cuando consideramos que el flamenco es muy rico y complicado. Se pueden contar más de 50 "Palos" del flamenco. Cada "Palo" tienen su propio ritmo, su propia armonía y, en caso de que sea un palo bailable, cada cual se interpretará con una danza diferente.
Para simplificar, podríamos agrupar los Palos en dos grupos o estilos:
1) Flamenco Jondo, un estilo serio que expresa sentimientos profundos y con frecuencia trágicos. Aquí se tratan temas como el amor, el desengaño o la pena, y se baila con una expresión muy profunda e intimista. Es por ello que es el más difícil de comprender para aquellos que no están iniciados en el flamenco, y se representa más frecuentemente en círculos de expertos o en salas de teatro o concierto. Ejemplos de "Jondo" son: Bulerias, Farruca, Martinete, Minera, Petenera, Soleá y Tiento.
2) Flamenco Festero es un arte más alegre. Como la misma palabra lo dice, se interpreta en las fiestas y celebraciones en Andalucía. Los temas tratados son alegres, ya sean sobre el amor y los sentimientos, ya sean evocando lugares, fiestas y escenarios flamencos, o incluso a veces cómicos. Ejemplos del Flamenco Festero son: las Sevillanas, la Rumba, los Tanguillos y las Alegrías.
Naturalmente hay muchos palos y muchas interpretaciones que no son fácilmente catalogables. En cualquier caso, lo que sí es común a todo el flamenco es que es sentimiento. Y para expresar dicho sentimiento, el flamenco usa formas muy fuertes, que generalmente no dejan frío a nadie; uno puede amar o puede odiar el flamenco.