Introducción:Todos los edificios que he visto desde muy niño, parecen de cajas insensibles de formas largas o cuadradas, pues la comunicación entre nosotras personas se muestra más evidente la soledad en estas arquitecturas sin vida y desanimadas.
Siempre me da la sensación de que la ciudad que yo vivo es tan parecida como un posque del cemento armado. Por eso tengo todas las imaginaciones sobre las casas muy aniñadas como las de los cuentos de hadas. No me gustan nada las líneas rectas ni el color gris ni las figuras estereotipadas. No creía que existieran en la vida real las casas bellas ni las ciudades adorables hasta que me encontrara con las arquitecturas de Gaudi,y desde entonces empecé a darme cuenta de que, el cielo, las nubes,el superficie del agua, las motañas y las diversas figuras de animales o plantas,etc.Y todos estos del cuento de hadas, se aplicaron magníficamente en sus obras arquitectónicas.
Él,Antonio Gaudi había hecho todas sus arquitecturas corrientes,vitales y de sabor aniñado.
Ubicamos por tanto al observador ante la obra de Gaudi. La primera impresión es que se trata de una construcción nacida de la naturaleza misma: es consecuencia de la intención explícita de Gaudi, que aplicaba su naturalismo modernista aprendiendo de la naturaleza, disponiendo el material como lo haría la naturaleza misma. Así, en nuestra lectura personal, la construcción gaudiana de la madurez se presenta siempre como la naturaleza misma que se transforma en edificio. Esto significa que el observador percibe el edificio gaudiano como resultado de una autogénesis natural. No ocurre lo mismo en los edificios de la arquitectura racionalista, que sólo es propio del impacto estético germinal de la obra de Gaudi.
En resumen, las arquitecturas maravillosas de Gaudi son una armonía perfecta de su inagotable pasión a la arquitectura y del naturalismo. El gran arquitecto vulgar, Gaudi Antonio Cornet, nos dejó a todos los que nos apetecieran las hadas, una real fantasía más bella.