Introducción:En unas pocas décadas, España ha pasado de ser un país de emigrantes a ser receptor de un intenso flujo migratorio. Desde el año 2000, España ha presentado una de las mayores tasas de inmigración del mundo y ha sido, tras EE.UU., el segundo país del mundo que más inmigrantes ha recibido.1La llegada de inmigrantes ha mitigado el problema de escaso de la mano de obra y ha contribuido al crecimiento económico. Sin embargo, la llegada masiva de inmigrantes en los últimos años ha provocado una diversidad racial, cultural, religiosa y lingüística que nunca ocurrió en la historia de España. La asimilación de la población extranjera representa un reto no resuelto para la sociedad española.
En este momento de cambio social y económico en España, es necesario conocer el papel que juegan los inmigrantes y los probelmas que afentan a su integración y convivencia. Como ejemplo de estudio, se han escogido los ciudadanos chinos, tanto por el elevado porcentaje que representan como por el vínculo existente.
Para finalizar, se analizará cómo este colectivo contribuye al crecimiento económico de España, y cómo por otra parte, provoca también problemas sociales. Por ello, en beneficio de la economía y la sociedad española, se hace necesario mejorar las relaciones de convivencia entre los españoles y los inmigrantes, que tienen que comprenderse y aceptarse mútuamente en este proceso lo mejor posible.
siguiendo un gran avance por la Mayista Tatiana Proskouriakoff que expertos en jeroglíficos pudieron finalmente estar de acuerdo en que la Escritura de Jeroglíficos Mayas era un sistema completo y funcional basado en signos fonéticos.
Aunque el sistema de inglés también está basado en signos fonéticos, en comparación con la Escritura Maya parece mucho más simple. Todas las palabras están formadas por varias combinaciones de solamente 26 signos que lista todas las letras que nosotros llamamos Alfabeto. Por contraste, todas las palabras Mayas son formadas por varias combinaciones de cerca de 800 signos, y cada signo representa I. La Dinámica Reciente de la Inmigración en España Los países del Sur de Europa, entre ellos particularmente España, han cambiado radicalmente su posición en el sistema internacional de migraciones en los últimos años.
Durante la mayor parte del siglo XX, estos países funcionaron como exportadores de mano de obra. Pero tras la crisis del petróleo de 1973, la emigración desde el Sur de Europa comenzó a remitir y estos países se convirtieron gradualmente en receptores de inmigración. En el caso de España esta tendencia, que se inició en los años 80 y fue ganando fuerza durante la década de los 90, se aceleró de modo considerable con la entrada del nuevo siglo. Así, durante el año 2004 España fue el segundo país del mundo en volumen de inmigrantes recibidos, detrás de Estados Unidos.2 Los residentes extranjeros ocupan hoy una gran parte de la población española, equiparándose prácticamente con países europeos con una larga tradición de inmigración como Francia, el Reino Unido o los Países Bajos.